martes, 18 de marzo de 2008

Compromiso, reflexión y acción


Editorial del número 1 (27-02-2008)

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Ninguna publicación puede estar tan obligada a serle fiel a su nombre como una que se llame como ésta: Pueblo en Revolución. Desde sus páginas y sus estructuras vitales de funcionamiento (contenido, acción editorial, “talabartería” y acción de calle) estamos obligados a ser un reflejo de lo que anunciamos, o al menos hacer un esfuerzo por no traicionar lo que nuestro nombre invoca.

Digámoslo entonces al revés: el periódico es reflejo de lo que somos y hemos sido por años. Quienes hacemos esto no conformamos una empresa. Hacer este periódico no es un trabajo pero sí una labor: el trabajo, en el sistema capitalista, humilla a unos y enriquece a otros. Este periódico lo hacemos un grupo de seres humanos a quienes nos produce más placer que ganancias en metálico (de hecho, no nos produce ninguna ganancia), porque estamos cumpliendo con el compromiso histórico de hacer actos revolucionarios. Así que no hay posibilidad de que traicionemos al nombre del periódico. En la hechura militante de este papel invertimos energía, los pocos recursos con que contamos, y algo de nuestro tiempo.

En cuanto a la acción de calle, vale la pena mencionar el sistema de distribución que hemos escogido. Buena parte de los ejemplares de este periódico la distribuirán nuestros compatriotas nómadas (llamados recogelatas, mendigos, indigentes, niños de la calle: el conglomerado humano que el capitalismo ha convertido en materia desechable). Su precio es de un bolívar fuerte (Bs. F 1,00). El “negocio” es este: ellos venden el periódico y se quedan con el dinero.

Es impostergable el contacto permanente con estos hermanos en desgracia. Lo asumimos como un importantísimo primer paso de cara a la resolución de este drama inaceptable. Algo tenemos que hacer tanto el Gobierno como el Pueblo en Revolución para acabar con esta lacra del sistema que queremos dejar atrás.