martes, 7 de octubre de 2008

Orlando José Castillo, Watusi: “La salsa me sacó del mal camino”

*Acaba de grabar un disco con arreglos de José Lebrón, el mismo de los Hermanos Lebrón
*Quiere hablar con Chávez para plantearle la necesidad de implementar una ley que proteja a los músicos, seguridad social, tal como lo contemplaba el proyecto de Reforma Constitucional
*“Caracas es tremenda ciudad pero está muy oscura, eso le facilita el trabajo a los choros”
*Los venezolanos “estamos marcando la clave a nivel mundial en la música y hasta en la política”

Jesús Arteaga / Foto: Gabriela Ibarra

Cuando uno piensa en “gente” famosa le vienen a la mente carros lujosos, trapos caros y un montón de guardaespaldas cuidando a un tipo que se la tira de una vaina, que no se acuerda de sus amigos o se hace el pendejo para no saludar porque cree que le van a pedir algo, y eso que muchas veces (la mayoría de ellas) la fama no tiene nada que ver con la calidad.
Pero existe gente (sin comillas) que ha fraguado su fama a punta de constancia y calidad, y no con publicidad y billete, gente a la que no se le olvidan los caminos andados, sus panas de siempre y los nuevos, los bares de las primeras cervezas y la esquina donde el anís daba paso a la malanga.
Uno de esos tipos que son gente de verdad es Orlando José Castillo, Watusi, hombre nacido en Marín estado Yaracuy, desde carajito la mamá se lo trajo a vivir a La Pastora en Caracas; a quienes no lo conocen (porque es más famoso en el extranjero que en su Venezuela querida), les podemos decir que este caballero se ha montado a cantar con los más bravos de la salsa, Palmieri, El Conjunto Libre, Ray Barretto, Larry Harlow, Jhonny Pacheco, entre otros, y en nuestro patio ha cantado con orquestas que van desde Federico y su Combo hasta El Guajeo y en cuanta orquesta ha tocado Cheo Navarro (otro de los bravos de la salsa).
Lo que en principio se había planteado como una “entrevista” se desarrolló más bien como una conversa entre panas. Después de estar algunos años fuera de Venezuela, Watusi nos dice:
--Aquí las cosas están cambiando rapidísimo, ahora se le está dando a la cultura la atención que merece, la semilla que son los chamaquitos, a ellos hay que darles oportunidades: el teatro, la pintura, la música. A mí me cambió la música, yo era candela, como la canción de Ray Barretto, la gente decía: “¡A correr que llegó Watusi!”, pero un pana llamado Humberto Moreno me abrió el camino de la música, de la salsa. A mí la música, la cultura, la salsa, me sacaron del mal camino en que andaba, por eso digo que eso es lo que tenemos que ofrecerle a los chamos.

--¿De tu gremio, los músicos, que nos dices?
--Coño pana. Yo quisiera hablar con Chávez para decirle que los músicos necesitan una ley que los proteja, seguridad social. Yo sé que eso se planteó en la reforma constitucional, lo de la seguridad de la gente que trabaja por su cuenta, pero es que hay personas que no piensan que los músicos tenemos familia, que hay que trabajar durísimo para llevar algo a la casa. No hablo por mí, hablo por los miles que trabajan todos los días y viven pelando, cuando se les enferma el carajito no hay con qué resolver, eso tiene que cambiar. No quiero pedirle más nada al presidente, sólo eso. Fíjate que en el mundo no hay ley que proteja a los músicos, sólo en París, ni siquiera en toda Francia, nada más en París los músicos están protegidos.

--¿Como ves a Caracas, su gente?
--R: Caracas es tremenda ciudad pero está muy oscura, eso le facilita el trabajo a los choros, yo sigo acostumbrado a la ciudad de antes, me meto en cualquier lugar a cualquier hora y no me ha pasado nada, pero hay que estar mosca, yo espero que las cosas cambien, no podemos esperar que lo que se destruyó en 50 años cambie en 15 ó 20, no podemos echarle la culpa al que llegó de último, yo no soy político pero hay que darle un chance a este tipo que está haciendo cosas que antes nadie hacía, se le está parando bolas a los pobres, a los que nada tenían, a la semilla, los chamacos que son los que cambiarán esto, porque la revolución no es de una sola persona, es de todos. Y bueno, la gente siempre me ha tratado bien, eso es lo que más extraño cuando estoy en el extranjero.

--¿En qué andas, mi pana? ¿Qué trabajo musical tienes por ahí pendiente?
--Acabo de grabar un disco en Miami, aún no tiene nombre, la orquesta se llama Los Guerreros de la Salsa, dirigida por José Renán Guerrero y con arreglos de José Lebrón, el mismo de los Hermanos Lebrón, eso está buenísimo. Mi pana, ponga ahí que hay que darle apoyo al talento nuestro, a lo venezolano, reconocer lo nuestro, que somos los que estamos marcando la clave a nivel mundial en la música y hasta en la política.
Así se despide este niche que sí es gente de verdad. ¡Échale Watusi!

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